Cocina Andaluza
desde 1954


Los orígenes de Robles Aljarafe los encontramos en 1954, cuando Juan Robles y su padre abren una modesta bodega en la calle Álvarez Quintero. En ella, sirven productos autóctonos y vinos de Villalba del Alcor, y pronto se convierten en toda una referencia de la cocina andaluza en general y de la sevillana en particular.

Calidad y dedicación
desde el primer día


Tal y como cuenta el propio Juan Robles en primera persona, “Nací en Sevilla a mediados de los años treinta del Siglo XX, en los umbrales de unos tiempos difíciles que alumbraban la fatídica y temida guerra civil española. Mis padres Pedro Robles y Laura Pérez, de Villalba del Alcor, contaban con pequeñas tierras heredadas de sus padres, las cuales eran trabajadas tradicionalmente por los habitantes del pueblo. Mi padre, con miras a dedicarse de lleno al cultivo de la vid y a la producción de vinos, algo tan en auge en aquellos tiempos en la zona del Condado, adquirió pequeñas parcelas de tierra con viñedos.

“Tanto el vino como el mosto
del Condado de Huelva
tuvieron una gran importancia"


Gracias a la alta producción de caldos que allí se hacían, mi padre -comenta Juan Robles- abre una pequeña taberna en Sevilla en la Puerta Osario, próxima a la cochera de los tranvías. Allí, desde 1935, vende parte de los vinos blancos, mostos y aguardientes procedentes de la bodega de Villalba. Algunos años después, mis padres pensaron en abrir otra bodega en la Puerta de la Carne, cerca de la antigua Judería, para continuar con idéntico procedimiento de venta de los vinos de la tierra, aunque no llegaron a concretarlo y pusieron su objetivo en un lugar más céntrico. En esas fechas, había otras tendencias diferentes a las de hoy en día, ya que el mosto y el vino del Condado de Huelva tenían una importancia y participación protagonista en las costumbres de entonces.

“Desde 1954, puede decirse que yo comandaba la nueva bodega de la calle Álvarez Quintero, con una enorme ilusión”


Al cumplir los 19 años -rememora Juan Robles-, en 1954, fundamos una pequeña bodega junto a la catedral, la que sería el emblema definitivo de la actual Casa, donde también vendíamos los vinos de Villalba. Hasta ese momento, yo me había formado en el negocio gracias a sus consejos y ejemplos de comportamiento y trabajo. Y desde el año 1954, ya en la calle Álvarez Quintero, se puede decir que yo comandaba la nueva bodega con una enorme ilusión.

“Ahora, con medio siglo de existencia, Casa Robles constituye un exponente positivo de la cocina sevillana y andaluza.”


Aunque por aquel entonces era poco valorada, la hostelería empezó a tomar protagonismo por delante de la viticultura. Hoy día, tras más de medio siglo de existencia, Casa Robles es un exponente de prestigio de la cocina andaluza, y especialmente de la sevillana. Desde sus inicios como bodega, Casa Robles ha apostado por rescatar, mantener y proyectar en todos los ámbitos la cultura gastronómica propia. De ahí que Robles Aljarafe sea sinónimo de calidad y servicio reconocido, avalado por los muchos años de tradición que lleva en Sevilla.